Cortometraje amateur rodado en el pequeño pueblo de Sella durante el verano de 2019. Con este film se pretende recuperar uno de los cuentos tradicionales que apenas era ya recordado por nuestros mayores.
El corto está ambientado en dos épocas: 1900 y la actualidad. Se ha adaptado el hilo argumental del cuento al siglo XXI y las nuevas tecnologías: el resultado sigue siendo tan aterrador como la historia original.