Música intrépida, ecológica, fundada en el amor e inspirada en el sentimiento cotidiano, inspirada en los detalles de la vida como levantarse por la mañana y tomarse un mate mirando el cielo. Influido por las históricas bandas de reggae latino como Los Cafres, 12 Tribus, Los Pericos, Cultura Profética y renovado con los nuevos aires del pop/funk latino como El Kuelgue, Tocando FIbra presenta un espectáculo transparente. Arriba del escenario abre su fuerza como un buen sapucai norteño (palabra quechua que significa grito alto), conectando con el público desde el cariño y la espontaneidad que inunda sus temas.
La conexión en vivo se siente desde la alegría del buen funk que invita a mover las piernas y sonreír, abrazar a la persona que tienes al lado y mirarla a los ojos. El sentir humano es lo que conecta los detalles musicales de Tocando Fibra con el público.
El cantante y compositor (Ezequiel) es hijo del folclore argentino, creció en medio de casonas folclóricas donde el que canta más alto, abre más el pecho y expresa con fuerza el sentimiento, es escuchado. En su viaje por Bolivia y Perú fue bebiendo influencias latinas hasta llegar en 2016 a la ciudad de la furia Madrid. Allí conectó con bandas emergentes como Papawanda, Tongo, Oye Sebas, Alpargata, Blueskank y músicos de la movida madrileña que permitieron cerrar un estilo sólido.
Melodías con combinaciones innovadoras, ritmos como la murga que se combinan con el reggae, tiñen la música de Tocando Fibra como algo diferente, pinceladas de compases que van tocando de a poco la fibra interna que conecta a las personas con el colectivo humano.